La realidad es que blockchain no se
limita a las criptomonedas. Sus usos, como iremos viendo, son múltiples, aunque
es cierto que el auge de Bitcoin, Ethereum o Ripple han hecho que la mayoría de
la sociedad hable de blockchain como quien lo hace del precio del aceite. Al
asociar blockchain exclusivamente a las criptomonedas (y todos los males que
representan: darkweb, transacciones difusas, Maduro, Corea del Norte, hackers…)
la tecnología ha cogido mala prensa. Y todo ello sin que la gran mayoría sepa y
entienda qué es blockchain.
Por ello, entender en qué consiste esta
novedosa tecnología es el primer paso para poder entender en qué consisten los
usos asociados a ella.
Así que, ¿qué es blockchain? Una base de datos. Sí, una
inmensa base de datos distribuida que permite, entre otras cosas, certificar
quiénes somos en cualquier operación sin que exista un intermediario que lo
certifique. Es decir, hasta ahora, cuando por ejemplo pagábamos algo con una
tarjeta necesitábamos de un intermediario en el que todos confiamos y que
certifica que somos quienes decimos ser: un banco, una emisora de tarjetas,
Paypal, un notario,… El problema de esto tiene que ver con la privacidad: estos
intermediarios tienen datos (sensibles o no) de millones de usuarios que pueden
utilizar a su antojo. Con blockchain, la figura del intermediario desaparece.
Al trabajar sobre una base de datos distribuida, todos los usuarios que
trabajan en la red hacen la labor del intermediario, ya que se guardan una
copia de cada transacción, que se va almacenando en forma de bloques, (de ahí
lo de cadena de blopor lo que si todos los usuarios son poseedores de esa
información, entonces se considera que es cierta. Esta es quizá la principal
ventaja de blockchain: aporta seguridad.
Al
asociar blockchain exclusivamente a las criptomonedas la tecnología ha cogido
mala prensa
Las expectativas de utilización de blockchain son enormes, y aunque aún estamos lejos de confirmar si se cumplirán o no, nadie duda de que esta tecnología va a ser clave en la evolución de Internet, desde su capacidad inicial centrada en la información y el contenido hacia una nueva era de Internet del valor, permitiendo controlar cómo se accede y distribuye el mismo.
La capacidad de los contratos
inteligentes (contratos escritos como software, en lugar de texto legal, y que
permiten su ejecución automática y segura) en blockchain, centra los casos de
uso más conocidos actualmente en la desaparición de la necesidad de
intermediarios, en aspectos básicos como el cumplimiento de los contratos, la
reducción del coste de los mismos, o la realización de pagos. En este último
caso, las criptomonedas como Bitcoin, basadas la mayoría de ellas en la
tecnología blockchain, permiten evitar el coste y los tiempos de retraso en las
transferencias al eliminar agentes como los propios bancos.
Y es que tal y como asegura Francisco Bermejo, Strategic Sales Director Oracle, actualmente, “los casos de uso más conocidos de blockchain ocurren en la banca y seguros, el sector donde más impacto está teniendo, en aspectos como los sistemas de pagos (transacciones instantáneas, seguras, entre personas, y gratuitas) o la identidad digital (mayor seguridad para los datos personales, como los datos fiscales, que estarían bajo el control de la persona). Sin embargo, la opinión generalizada de los expertos de blockchain es que esta tecnología podría transformar los negocios, administración pública y la sociedad de formas más profundas”.
Y es que tal y como asegura Francisco Bermejo, Strategic Sales Director Oracle, actualmente, “los casos de uso más conocidos de blockchain ocurren en la banca y seguros, el sector donde más impacto está teniendo, en aspectos como los sistemas de pagos (transacciones instantáneas, seguras, entre personas, y gratuitas) o la identidad digital (mayor seguridad para los datos personales, como los datos fiscales, que estarían bajo el control de la persona). Sin embargo, la opinión generalizada de los expertos de blockchain es que esta tecnología podría transformar los negocios, administración pública y la sociedad de formas más profundas”.
Como decíamos, la falta de
intermediarios es lo que ha motivado un proceso de reflexión en torno a la
tecnología blockchain en muchas empresas. Para muchos supone un gran ámbito de
oportunidad ya que pueden transaccionar en diferentes ámbitos y sectores sin
depender y sufragar los costes de terceros de confianza. Sin embargo para
muchos intermediarios supone una amenaza por lo que su reflexión es
radicalmente opuesta a la de los anteriores. Estos intermediarios tienen
actualmente dos vías de reflexión en paralelo, la primera centrada en cómo
beneficiarse de la tecnología para poder agilizar y economizar sus
transacciones, y por otro descubrir qué valor aportar a sus clientes habituales
más allá de la propia intermediación. La inalterabilidad, trazabilidad y
transparencia también son ámbitos conocidos sobre los que ya se están ideando
nuevos servicios y modelos de negocio basados en la confianza. En este sentido,
Oscar Lage Serrano, Head of Ciber Security at Tecnalia y profesor de ICEMD, El
Instituto de la Economía Digital de ESIC, afirma que “uno de los usos posiblemente menos conocidos es la utilidad de la
tecnología para ofrecer una visión única sincronizada de la información que, en
conjunto con otras propiedades de la tecnología como la inalterabilidad, ofrece
en entornos distribuidos un gran valor añadido. Gracias a ello se podrá
garantizar que mediante la utilización de la tecnología blockchain un conjunto
de actores visualicen siempre el mismo conjunto de información, que además
dicha información cumple con las reglas de negocio estipuladas para dicha
blockchain en concreto y que esa fuente de información no va a sufrir ningún
cambio. Esto es lo que realmente nos permite eliminar costosos procesos
manuales de verificación y desplegar un nivel mucho mayor de automatización en
nuestras industrias, lo que nos puede ofrecer un nivel de competitividad y
agilidad diferencial en el mercado”.
En definitiva, el enfoque descentralizado para verificar los cambios en la
información es, en este caso, fundamental. Desde Accenture, identifican
dos formas de interactuar con una blockchain, intercambiando valor o
información (datos):
·
Intercambiando valor, una versión
digital de un activo (por ejemplo, una moneda, título de propiedad, diamante,
etc.) en una Blockchain con el fin de rastrear e intercambiar con confianza la
propiedad. Las técnicas de criptografía permiten a los usuarios tener la
confianza de que el activo solo existe una vez y que no se puede duplicar, así
como verificar su propiedad y el permiso para transferir la propiedad.
·
Intercambiando información. Los usuarios
pueden compartir con confianza el acceso a los mismos datos de referencia sin
un intercambio de valor. Ejemplo: proveedores de atención médica y pacientes
que comparten acceso a registros médicos consolidados. No se intercambia ningún
activo. El valor de blockchain se deriva de garantizar que todos vean
exactamente los mismos datos y puedan probar su procedencia, al tiempo que
controlan quién puede ver qué.
¿Y por
qué se identifica con Bitcoin?
Parece como si blockchain solo tenga
cabida en Bitcoin. No es cierto, en primer lugar porque no solo hay una
criptomoneda (Bitcoin), sino que existen varias y todas ellas se basan en
tecnología blockchain. Como hemos dicho, blockchain no es más que una inmensa
base de datos distribuida en la que se integran cientos de miles de usuarios,
cuando no millones. Esa base de datos está compuesta por todas las
transacciones que se han completado (de forma más sencilla: imagínense el libro
de actas de una comunidad de propietarios) y contiene toda la historia de esas
transacciones (siguiendo con el ejemplo, contiene todos los acuerdos tomados en
las juntas de la comunidad de propietarios y que están escritas en el acta). A
cada usuario de una blockchain recibe el nombre de nodo (cada vecino de la
comunidad de propietarios si seguimos con el ejemplo), que en realidad no es
otra cosa que un ordenador. Todos estos usuarios se conectan a través de redes
P2P, peer to peer, (mismo protocolo que se utilizaba en e-mule o Napster).
Todos ellos transmiten una determinada información (el vecino hablando en la
reunión de la junta de propietarios) que aquí se denomina Token, puede ser un
bitcoin o un contrato inteligente. La ventaja es que ese token está encriptado,
por lo que es seguro y favorece la privacidad… Evidentemente, y como todo, esto
puede ser utilizado de forma legal o para técnicas que están fuera de la ley.
Cada uno de esos tokens se van almacenando y es lo que forman la cadena de
bloques (o el libro de actas para terminar con el ejemplo)
Así que queda claro que blockchain no es
sólo Bitcoin. De hecho podríamos decir que es más bien al revés y que Bitcoin
ha sido el primer uso práctico de blockchain. Como asegura, Gonzalo Gómez
Lardies, Head of Digital Business Strategy – Financial Services, IECISA y
CoAutor del libro “Blockchain: la revolución industrial de Internet”, lo que
ocurre es que “el incremento del valor de las criptomonedas se ha disparado en
los últimos meses y ha hecho que el interés por bitcoin, entre otras, haya
crecido en entornos menos tecnológicos que el blockchain. En este punto, la
inestabilidad de las mismas, algunos grandes descensos en su cotización y
algunos incidentes y uso en aspectos algo fuera de la ley hace que el gran
público confunda las criptomonedas con la tecnologÍa que hay detrás y pueda
verse perjudicada. Pero debemos agradecer también a la fama del Bitcoin, quien
tuvo primero conocimiento por el gran público, el que se haya conocido la
tecnología que hay detrás. Es en ese momento cuando la propia tecnología ha
superado a uno de sus usos más conocidos y se han abierto las nuevas
posibilidades que ella conlleva”. Por su parte, Óscar Lage, afirma que “existe
una estrecha vinculación entre concepto el concepto de Bitcoin y el de
blockchain ya que tienen un origen común, por lo que cualquier noticia negativa
en medios alrededor de las criptomonedas tiene en cierto modo un impacto en la
credibilidad y confianza de la tecnología blockchain. Afortunadamente, en el
último año y medio estamos percibiendo cómo blockchain está adquiriendo
protagonismo y personalidad propia. Blockchain ya se está posicionando y
forjando su propia identidad tanto en medios como en foros y congresos
sectoriales”.
Así que
queda claro que blockchain no es sólo Bitcoin. De hecho podríamos decir que es
más bien al revés y que Bitcoin ha sido el primer uso práctico de blockchain
La
seguridad
Uno de los aspectos
más interesantes que aporta blockchain, y quizá el principal factor de su
éxito, radica en la seguridad. En teoría, la denominada como cadena de bloques
tiene a su favor que las transmisiones que se realizan son más seguras.
Principalmente porque los datos (los famosos tokens) están encriptados, y
porque se necesita del acuerdo unánime de todos los nodos para que esa
transacción sea validada. En la práctica esto significa que blockchain está
protegido contra ataques tradicionales como el hackeo o el robo de contraseñas.
De hecho no es necesaria la utilización de contraseñas. Tal y como se señala en
el blog de Panda Sacurity, la aplicación de una herramienta como el blockchain es
tan amplia como sus características. Pero en términos generales podemos ver
algunas aplicaciones interesantes de esta tecnología en el sector de la
ciberseguridad.
Por ejemplo, hay quien se atreve a comparar el blockchain con los servicios ofrecidos por los servidores DNS. Debido a la inviolabilidad del blockchain y su descentralización, si esta tecnología se usase para sustituir el sistema de nombre de dominio los ataques de denegación de servicio (más conocidos como DDoS) serían imposibles.
La empresa de
ciberseguridad incide en que el futuro de la ciberseguridad, pasa por el uso
del blockchain.
La diferencia fundamental en el planteamiento tecnológico permite ir más allá de los endpoints, incluyendo la seguridad de la identidad del usuario, la transacción de información y la protección de la infraestructura crítica. Es un cambio de paradigma complejo y sofisticado, pero ya empezamos a ver los primeros resultados de su aplicación en el campo de la ciberseguridad. Que una empresa de ciberseguridad como Panda Security afirme que blockchain es una de las tecnologías más seguras que existen, dan muestra del éxito que puede alcanzar, toda vez que los miedos asociados a cualquier tecnología siempre se encuentran con el hándicap de la seguridad. Eso sí, el fabricante de soluciones de ciberseguridad también afirma, que como en todo siempre existen rendijas. En su mismo blog asegura que en el ámbito puramente técnico, como base de datos distribuida y “entrelazada”, blockchain es inviolable. Sin embargo, dependiendo de la posibilidad de acceso a la cadena, puede no resultar tan íntegra. Así, apuntan en Panda Security, “hay que diferenciar las cadenas de bloques públicas de las privadas. Mientras que en las públicas no hay restricciones ni para leer los datos (que pueden estar cifrados) ni para enviar transacciones para que sean incluidas, en las privadas estas operaciones están limitadas a ciertas entidades”.
La diferencia fundamental en el planteamiento tecnológico permite ir más allá de los endpoints, incluyendo la seguridad de la identidad del usuario, la transacción de información y la protección de la infraestructura crítica. Es un cambio de paradigma complejo y sofisticado, pero ya empezamos a ver los primeros resultados de su aplicación en el campo de la ciberseguridad. Que una empresa de ciberseguridad como Panda Security afirme que blockchain es una de las tecnologías más seguras que existen, dan muestra del éxito que puede alcanzar, toda vez que los miedos asociados a cualquier tecnología siempre se encuentran con el hándicap de la seguridad. Eso sí, el fabricante de soluciones de ciberseguridad también afirma, que como en todo siempre existen rendijas. En su mismo blog asegura que en el ámbito puramente técnico, como base de datos distribuida y “entrelazada”, blockchain es inviolable. Sin embargo, dependiendo de la posibilidad de acceso a la cadena, puede no resultar tan íntegra. Así, apuntan en Panda Security, “hay que diferenciar las cadenas de bloques públicas de las privadas. Mientras que en las públicas no hay restricciones ni para leer los datos (que pueden estar cifrados) ni para enviar transacciones para que sean incluidas, en las privadas estas operaciones están limitadas a ciertas entidades”.
Alex Puig, CEO de Alastria, un consorcio
creado para desarrollar la tecnología de blockchain en nuestro país y que
engloba a empresas de banca, tecnología y energía afirma que “teóricamente
blockchain es seguro, aunque las posibilidades de atacarla son muy bajas y la
capacidad de computación necesaria para hacerlo elevadísima. Eso si hablamos de
Blockchain Permissionless (no permisionadas). Para las redes privadas
(Permisionadas) la seguridad no es tan diferente a la de cualquier otra red”.
Otro de los grandes expertos en esta
tecnología también afirma que “la teoría dice que sí es seguro. Es lo que se
conoce como el ataque del 51%, en el que la intención es la de generar
desconfianza sobre el consenso. Pero no es sencillo de que sea llevado a cabo
ya que para ello se debe concentrar un gran poder computacional y coordinar a
ese 51% de los nodos de la red. Tanto a nivel económico como organizativo hace
que este escenario carezca de sentido. Además, sobre la posibilidad de
transacciones que generen ruido o spam, el propio código incluye una
característica de prioridad en el que otorgar una mayor a las operaciones
sencillas sobre las complejas. Posiblemente, ahora el mayor temor de
vulnerabilidad de Blockchain se encuentra en la computación cuántica. Es cierto
que la amenaza no es inminente, pero es necesario analizar los posibles
escenarios para ir poniendo a prueba la resistencia de nuevos algoritmos ante
nuevas capacidades cuánticas antes de que sea una amenaza real. Por poner un
ejemplo, las claves que se utilizan actualmente en bitcoin estiman que podrán
ser vulnerables ante sistemas cuánticos de unos 1500 qubits, y actualmente los
sistemas no llegan a un 3% de esa capacidad”.
Es decir, viendo las opiniones de los
expertos se puede asegurar que blockchain es ahora mismo una de las tecnologías
más seguras que existen, porque no hay otra tecnología que pueda atacarla,
precisamente porque la tecnología no está suficientemente desarrollada para
hacerlo. En el futuro, cuando esa capacidad de proceso se vea incrementada,
¿será igual de segura?
Madurez
Blockchain es una tecnología
relativamente joven, aunque en esto de las TIC, hablar de juventud en un
mercado que marcha tan rápido siempre es arriesgado. Lo cierto es que a la
cadena de bloques le queda mucho camino por recorrer. El experto Óscar Lage
afirma que “si analizamos las plataformas que disponemos para lanzar un
proyecto basado en blockchain nos encontrarnos con diferentes niveles de
madurez. Desde plataformas estables pero que todavía requieren del desarrollo
de herramientas y metodologías que permitan automatizar, agilizar y
flexibilizar los procesos de operación, monitorización y seguridad; hasta
plataformas nóveles y conceptuales que a día de hoy todavía no ofrecen los
niveles de servicio requeridos por un proyecto en producción. Las más maduras
requieren principalmente de un mayor número de proyectos en producción que
motiven el desarrollo de herramientas para mejorar la automatización y
monitorización de su operación. Por su parte las más nóveles deben centrarse en
atraer la atención de la comunidad de empresas y desarrolladores que realicen
pruebas de concepto y pequeños pilotos, lo que les ayudará a validar sus
plataformas y conseguir la estabilidad necesaria para dar el paso a un proyecto
de producción”.
Se supone que blockchain está en
pañales. Sabemos que es una tecnología que tiene mucho potencial y desconocemos
el potencial crecimiento que pueda tener. En realidad se parece mucho a los
inicios de Internet, con esas páginas simples en las que sólo se encontraban
datos para obtener información. En aquel entonces sabíamos del potencial que
podía tener, pero desconocíamos que fuera a ser tal y como lo conocemos hoy.
Con blockchain ocurre prácticamente lo mismo salvo como dice Gonzalo Gómez
Lardies de IECISA, “a alcanzar el nivel de madurez, se llegará en un tiempo
mucho más corto que en el que se necesitó para la implantación de otras
innovaciones tecnológicas”.
Estamos
precisamente en un momento en el que se están generando muchísimas expectativas
alrededor de blockchain
Rodrigo Alvarez,
managing director de Accenture Digital afirma que “entre 2015 y 2017 esta
tecnología era una opción pero ahora es una necesidad. Hemos trabajado en
muchos proyectos y la mayoría son un éxito. Sabemos cómo implementar blockchain
y sabemos de qué es capaz, creemos que el crecimiento y la adopción es natural.
Cualquier empresa debe pasar por un proceso de aprendizaje, diseñar casos de
uso menores, observar el comportamiento, extraer estadísticas y luego llevar lo
aprendido y testado a producción”. Este experto en tecnología blockchain cree
que existen dos claves para que esta tecnología madure. La primera de ellas es
dejar de pensar cómo se puede definir un caso de uso de blockchain, entendiendo
la tecnología como un fin. Y la segunda es la de empezar a pensar cómo en los
proyectos de transformación e innovación se puede aplicar e integrar esta
tecnología para resolver problemas y desarrollar mejores soluciones. Además Álvarez
considera que “otra clave para acelerar su madurez es entender cómo su
aplicación conjunta con otras new technologies (principalmente AI y IoT,)
pueden generar un triángulo virtuoso donde los nuevos negocios y casos de uso
adquieran las características de seguridad, solvencia, operatividad, coste,
etc, necesarios para generar un cambio en la forma en la que nos relacionamos
empresas y personas”.
Burbuja
en bloque
Como siempre que aparece una tecnología
emergente y que adquiere gran relevancia, se habla de burbuja. El sector
tecnológico está escarmentado de lo que ocurrió con las puntocom a principios
de siglo y no parece que tenga ganas de que se vuelva a repetir la misma
situación. Por eso siempre se habla con cierto escepticismo y no parece que
blockchain vaya a ser una excepción. En este sentido, Francisco Bermejo de
Oracle señala que “La utilización de tecnologías novedosas como blockchain se
rige por un ciclo de vida desde su aparición y utilización disruptiva, hasta su
madurez y estabilidad en el mercado. Blockchain está en una etapa temprana con
una generación de expectativas enorme, y aún es pronto para saber si finalmente
su aplicación estará a la altura de lo esperado”.
Estamos precisamente en un momento en el
que se están generando muchísimas expectativas alrededor de blockchain, en
muchos casos mediante la difusión de potenciales usos de la tecnología que
dependen de cambios regulatorios, desarrollo de terceras tecnologías, etc. Para
el portavoz de ICEMD, “como ocurre habitualmente el siguiente paso suele ser
una desilusión al ver que muchos de estos casos de uso no se terminan de
materializar, pero afortunadamente el conocido como “Trough of
Disillusionment”, o abismo de desilusión, suele resolverse en unos meses y
ayudará a que la gente pueda entender el contexto de la tecnología, moderar las
expectativas y entender qué casos de uso se materializarán a corto/medio y
largo plazo. A partir de ahí volveremos a ver una consolidación y crecimiento
de la confianza”. Finalmente el portavoz de IECISA concluye que “BlockChain es
una tecnología. Es un medio para conseguir nuevos modelos de negocio y
aplicaciones y por tanto no puede ser una burbuja en sí. De la misma manera que
Internet no fue una burbuja sino algunos modelos de negocio y servicios que hacían
uso de él”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario